jueves, 19 de febrero de 2009

THE OSCAR GOES TO....

Este año, el Oscar va a ser para la Justicia. Es la estrella. Se ha convertido en la gran protagonista. Es la niña prodigio descubierta a raíz de un hecho lamentable. El caso Mari Luz. Hasta ese flagrante error, parace que no ha habido en España retrasos judiciales, ni falta de jueces. Ahora, en los últimos meses, se han descubierto las injusticias que provoca la dilación en vidas con nombre propio. Lo han descubierto los políticos, y como suele ocurrir en estos casos, lo que importa a los políticos es lo que cuentan los medios de comunicación.

Hará falta la muerte de un paciente de forma muy mediática, para sacar a la luz pública lo que la profesión sanitaria viene denunciando desde hace tiempo: la falta de médicos y enfermeros en la sanidad pública, la carencia de medios, de camas, los largos tiempos de espera, los cortos tiempos de atención al paciente...

Lo mismo puede ocurrir ante un fallo policial o ante la muerte de un periodista en un conflicto. Tiene que suceder una tragedia irreparable para que salgan a relucir los trapos sucios de una profesión. Es entonces cuando cobran relieve todas las denuncias que anteriormente no habían conseguido asomar cabeza. En la mayoría de los casos, de forma directa o indirecta, la responsabilidad es de la administración, la encargada de regular las condiciones en las que trabajan cada día sus ciudadanos.

Cuando no se asume esta responsabilidad, ocurren cosas insólitas, como una huelga de jueces. Es una forma de hacer ruido, para resaltar las deficiencias. ¿Cuáles? Sin novedad en el frente, las mismas de los últimos treinta años.

Lo que ocurre es que esta movilización ha coincidido con un momento de máxima actividad judicial. Especialmente en casa de Garzón. Y especialmente en la Comunitat Valenciana ( y Madrid). ¿Puede un juez influenciado políticamente trabajar en un caso relacionado con el PP? ¿ Puede un juez ser objetivo? Supuestamente, los magistrados se ciñen a la legislación, pero ¿no se puede dar relieve a determinados hechos por encima de otros? Hacer la vista gorda en unos casos o priorizar en otros no es delito. Y esa es una actuación inherente al ser humano. Por muy juez que sea Garzón, antes es persona. Ya se sabe que la objetividad no existe, por tanto: si un requisito para ser juez es la objetividad, posiblemente la actual plantilla quedaría mucho más reducida.