lunes, 29 de junio de 2009

¿Por qué tener un hijo no es progresista?

Me siento una persona progresista. Creo que el haber sido madre no supone una renuncia a esta forma de ver la vida. No obstante, recibo estímulos a diario que intentan convencerme de lo contrario, de que ser madre es una decisión conservadora, especialmente cuando se ha ejercicio a una temprana edad (entiéndase antes de los treinta y .... cuatro años).

Una idea absurda, con grandes prejuicios. El problema no es la madre sino la sociedad.

La defensa de la familia, la conciliación de la vida laboral y familiar, la humanización de las empresas son principios que llenan la boca a los políticos de izquierdas y de derechas, a los compañeros de trabajo y a la sociedad en general. Nadie está en contra de esta idea,.... siempre que no le afecte a uno directamente y tenga como compañera a una "preñada" que le va a causar más problemas que beneficios.

Sociedad egoista que se disfraza de progresista. Y en medio de este panorama es la madre la que siente que se ha vuelto conservadora, primate y que ha renunciado demasiado pronto a sus aspiraciones profesionales.

Es la sociedad que transmite estas ideas la que luego disfruta del sexo, del alcohol, de la buena comida o de un buen sueño. ¿Primates también, que no renuncian a los instintos más primarios del ser humano? Comportamientos sanos que nadie critica pero,...qué fácil es ver la paja en el ojo ajeno.

Lo retrógrado es la intolerancia. Es el verdadero bache que encuentra esta sociedad para avanzar. El respeto al diferente sin prejuicios. Qué largo es el camino y qué difícil el trayecto. Mantengo la confianza en llegar a la meta, pese a los obtáculos. Por mi hija y por sus hijos.