Pesadillas

Esta noche he tenido una pesadilla. No me extraña. Durante buena parte del día recibo
información que mi mente ha aprendido a vanalizar. Supongo que queda en mi subconsciente y, de vez en cuando, aparece en forma de pesadilla.

Recibo la noticia ( o la cuento si ocurre en el ámbito de la Comunitat Valenciana) de un hombre que, al saber por qué traumas infantiles o qué educación ha recibido, ha matado a su mujer. Me ahorro contar los detalles del suceso, detalles que por otra parte aparecerán oportunamente desgranados en cualquier información periodística. Si no es así, será por falta de espacio o tiempo. Pocas veces por pudor.

Pues bien, recibo esa noticia. Me produce rechazo. Pero a los cinco minutos la he olvidado. Es la vanalización del horror. Ahora que me siento a reflexionar, empiezo a pensar en el desespero, la angustia que ha podido sentir esa nueva víctima de la violencia machista. Cuántas noches sin dormir, cúanto miedo al oir la puerta de casa que se abre, cuánto dolor físico, cuánto desgarro psicológico. Y el maltratador, un enfermo más que un delincuente, del que la sociedad recibe noticia sólo cuando ya no hay remedio.

Pasa esta noticia, que a los cinco días ya no recuerda casi nadie. Llega otra que es más constante desde hace un tiempo. Sí. Tenía que hablar de ella en mi primer comentario. LA CRISIS.

Los bancos más poderosos del mundo pierden dinero. Los gobierno al servicio de los bancos más poderosos del mundo salen en su auxilio. En España, todavía no ha caído ninguno de los grandes, pero por si acaso, el gobierno se lanza a su auxilio. Es una Ayuda Preventiva para "devolver la confianza financiera"... ¿De qué estamos hablando?

Ahora que las grandes empresas ven en peligro su cuenta de resultados, nos movilizamos, hablamos de crisis, los gobiernos (a los que se supone que también afecta la crisis) sacan el dinero de los ciudadanos para rescatar a los grandes empresarios.

Nadie lo ha visto antes???. Los ciudadanos hace mucho tiempo que están en crisis.

Es una crisis muy grave tener que destinar un sueldo íntegro a pagar una hipoteca. Es una crisis que una persona no se pueda independizar si no es, al menos, en pareja. Es una crisis adquirir un préstamo por un valor mensual que, poco tiempo después se ha duplicado. Y no estoy hablando de las personas que han DECIDIDO vivir por encima de sus posibilidades. Éstas tienen su responsabilidad. Estoy hablando de los ciudadanos que les ha tocado vivir una época en la que la vulneración de los derechos fundamentales no afecta a las conciencias de los gobernantes... hasta que no ven caer a los grandes de los que, en parte, se nutren.

Y a todo esto los sindicatos. Han renunciado a reivindicar porque, ¿para qué?, si no se puede hacer nada. Ya alzarán la voz cuando todo vaya bien y sea más fácil conseguir sus reivindicaciones.

O estamos todos en crisis o los que tienen ayudan a los que no. Si el ciudadano está en crisis, ¿cómo puede utilizar el gobierno sus fondos para salvar a los grandes?

Cuántas pesadillas deben tener cada noche nuestros políticos cuando su subconsciente empiece a recordarles todo aquéllo de lo que son responsables, precisamente por no hacer nada. Pena me dan.